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Se7en, siete pecados capitales
Un recorrido por el infierno

Un thriller oscuro con un magistral trabajo de guion que construye una trama llena de intriga desde principio a fin.

Se7en, siete pecados capitales afiche

Debo haber tenido siete años cuando vi Se7en, siete pecados capitales por primera vez. Volver a esa cinta ya con veintitantos y en medio de una pandemia fue un ejercicio curioso. Siete pecados capitales forma parte de mi imaginario de películas de infancia que hasta el día de hoy no había revisitado.

Dirigida por David Fincher (Zodiac; Fight club), es una cinta de suspenso estrenada en 1995. Cuenta con Brad Pitt y Morgan Freeman en los roles estelares.

Esta cinta propone una serie de asesinatos generados por un particular homicida, que no es presentado hasta pasada la hora y media de la cinta. Tras esta investigación hay dos detectives meticulosos que piensan, estudian y encuentran respuestas, sin recurrir necesariamente a la fuerza.

Con créditos iniciales que anuncian las torturas ejecutadas por el asesino en cuestión, Se7en comienza como un relato lento desarrollado en una semana. Los créditos mencionados anuncian los métodos de tortura con los que trabajaba el villano, dándonos un adelanto de lo que veremos en las próximas dos horas.

Un dato curioso es que el nombre de Kevin Spacey, el malo del filme, no aparece junto al de sus compañeros de reparto en la apertura de la cinta. Una sabia decisión para salvaguardar la tensión e intriga del relato.

¿De qué se tratan Se7ven?

Nueva York en los años noventa. Dos agentes de policía de distinta edad se enfrentan a un caso de alto impacto que prometía cambios abruptos en sus vidas. Para Somerset (Freeman), el broche de oro para cerrar una carrera a la que le dedicó su vida. Para Mills (Pitt) el reconocimiento en un nuevo departamento de policía al que había pedido ser transferido.

Somerset y Mills deberán aunar fuerzas e idear estrategias para encontrar a un particular asesino. Uno mostrará el camino y el otro ejecutará los actos. Ambas personalidades dispares generan una relación llena de fricciones y una suerte de vinculo parecida a las clásicas novelas policíacas: un joven e inexperto y un hombre maduro y versado se unen contra el enemigo.

Doe, el antagonista, es un sociópata con complejo mesiánico, que cortaba temporalmente sus huellas digitales. Este asesino estaba obsesionado por expiar las culpas de personas que cometieron pecados de gula, avaricia, pereza, lujuria, soberbia, envidia e ira.

El resto es historia.

Cuatro visiones frente a una misma realidad

Los personajes viven en una ciudad con alta densidad de población, lluviosa, corrupta y violenta. No obstante, cada uno de ellos se enfrenta de distinta manera a esta realidad. Están situados en el mismo lugar, viviendo las mismas situaciones en el mismo tiempo/espacio, pero afrontándolas de distinta forma.

  1. Somerset: Ad portas de jubilarse, este detective simboliza a una persona que asimiló la maldad del mundo y encarna el fracaso amoroso y social, a costa de mantener una vida laboral estable y exitosa. Por otro lado, está decepcionado de la vida y parte de las motivaciones por las que abandona su trabajo es porque ya no aguanta más la turbiedad social en la que se desenvuelve.
  2. Mills: Representa a una nueva generación. Es la viveza de la juventud, el ímpetu, las ganas de crecimiento y el afán por abrirse al mundo. Está casado con Tracy (Gwyneth Paltrow), su cable a tierra. Juntos personifican la promesa de una vida en familia, proyecciones sociales y sueños en la gran ciudad. Su manera de ver la vida es esperanzada. Él cree en la justicia y en los cambios en el mundo.
  3. Doe: Al igual que Mills, también cree en la justicia y en la idea de corregir a una sociedad podrida. La diferencia es que él busca solucionar todos los males con sus propias manos. Así comienza a purgar la ciudad y “salvarla” a través de actos que hagan a las personas tomar consciencia de sus propios pecados. Pretende generar una reflexión mediante una experiencia tan grande que les provoca la muerte.
  4. Tracy: Representa el ideal de persona que Somerset y Mills quisieran ver en el mundo. Es mansa, tranquila y familiar, pero sobre todo conciliadora. Gracias a ella ambos detectives logran llegar a buenos tratos. Sin embargo, ella está asustada. Tiene miedo de enfrentarse a la vida y a vivir en un mundo oscuro.

Siete observaciones de Siete pecados capitales

  1. Un villano como John Doe parece tener un motivo potente para ser quién es. Sin embargo, los creativos del filme no gastaron energías en justificar sus acciones.
  2. No somos espectadores omniscientes. La información que manejamos respecto al asesino es la mismo que manejan los protagonistas. Vamos atacando cabos al igual que Mills y Somerset.
  3. Siempre la cámara nos muestra a los personajes y rara vez podemos observar lo que ellos miran.
  4. Sin afán de spoilear el desenlace de la cinta (o quizá sí), el asesino se presenta tempranamente en la película.
  5. Es interesante la manera poco romántica en que es representada la ciudad, construida como un lugar violento, sucio y gris.  Lo mismo la casa de Mills, opuesta al sueño americano. Un espacio que tiembla completamente cada vez que pasa el metro.
  6. En esta cinta los justicieros y villanos son hombres y las mujeres son solo víctimas.
  7. Una de las moralejas de la película es que todos podemos ser corrompidos. El héroe también puede convertirse en villano; los buenos también pueden convertirse en los malos.

¿Dónde ver Se7en, siete pecados capitales?

En Latinoamérica Amazon Prime Video.