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I'm Thinking of Ending Things
Un recorrido simbólico por la mente de una pareja

Del creador de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, I’m Thinking of Ending Things es un viaje surreal por la mente de sus protagonistas.

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Charlie Kaufman, quizás el guionista más original que tenemos, siempre ha estado interesado en la forma de sus películas. En Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos cuenta una historia dentro de una historia. En ¿Quieres ser John Malkovich? utiliza como dispositivo personajes que ven el mundo a través de otro personaje. En El Ladrón de Orquídeas, adapta un libro de no ficción para comentar y subvertir las estructuras clásicas de la escritura, y en Synecdoche, New York se vuelve derechamente metafórico para contener multitudes temáticas en una película de dos horas.

Es esa la exploración que lo ha llevado ahora a I’m Thinking of Ending Things, otra adaptación literaria en la que se toma todas las libertades para hablar de la condición humana, esta vez sumido en simbolismos y sin mucho en interés por hacerse entender.

Jake y la Joven van a ver a los padres de este, interpretados por Toni Collette y David Thewlis

De qué va I’m Thinking of Ending Things… más o menos

En la superficie su última película, producida y estrenada por Netflix, tiene una trama simple: una mujer joven (Jessie Buckley) acompaña a su reciente novio (Jesse Plemons) a visitar a sus padres en una granja, soportando un tedioso viaje en auto en una ventisca mientras ella considera abandonar la relación.

Pero a la vez la historia es otra. Como escrita a partir de la forma de pensar de alguien, la película es una conjetura sobre todo lo que puede ocurrir en las relaciones.

La chica —¿Lucy, Louise, Ames?— es pintora, o poetisa o física. Quizás es todas las chicas del mundo, un amalgama de mujeres que representan lo mismo. O quizás ni siquiera existe.

Las conversaciones que tiene con su novio Jake (quien, al parecer, sí existe) funcionan en dos planos: el que muestra su dinámica, que es más objetivo y comenta su situación, y uno metafórico, donde se desprenden de los personajes y pareciera que alguien más toma la palabra. Un autor, un otro, que recurre a citas textuales sacadas de críticas de películas, una canción de la obra Oklahoma! o un discurso del final de A Beautiful Mind.

Metáforas y simbolismos

Charlie Kaufman recurre a un tumulto de referencias y simbolismos para poner sobre la mesa las inquietudes de un hombre que reflexiona sobre su vida y lo que podría haber sido.

La historia termina siendo la de Jake, que lleva a alguien a su casa familiar, metáfora de la niñez y su ámbito privado. Allí, no quiere que se metan al ático, donde escondemos vergüenzas e inseguridades. O quizás es solo un ático.

El director no parece tener una respuesta objetiva de lo que quiere que el espectador comprenda. El autor aquí está más interesado en que cada uno complete e interprete su propia película, aludiendo a nuestro bagaje personal para crear una experiencia casi participativa con un público que pareciera nunca poder ponerse al día con lo que su película expone, antes de que la destruya y la cambie.

Uno de los pasajes surreales de I'm Thinking of Ending Things

Un viaje personal

Y así nos entregamos a un viaje en el que pasan horas o quizás días o incluso años. Quizás el auto es una metáfora de la relación de los personajes, quizás el conserje que aparece aleatoriamente es el verdadero Jake pensando en cómo habría sido viajar con una chica a conocer a sus padres. Quizás cuando ve un ballet desplegarse frente a él, se imagina lo que sería una relación perfecta y teoriza respecto a otro final, como descartando distintas ideas de “cómo hubiese sido si…”

Pero no lo sabemos y quizás nunca lo sepamos. Al negarnos respuestas definitivas, solo nos queda ver la película una y otra vez para seguir desentrañando sus significados. Entendiendo también que el arte no puede pretender dar conclusiones objetivas.

Lo más interesante de I’m Thinking of Ending Things es cómo un autor en completo control de su oficio se expande y esfuerza por entregar cada vez algo distinto y cómo eso lo ha llevado a comunicarse esta vez estrictamente en un plano simbólico.

A su vez, el trabajo que ha hecho Kaufman nos convierte en otro tipo de espectadores, unos que están trabajando junto con la película para resolverla pero también para resolver algo de nosotros mismos, otorgándonos una experiencia personal que es más profunda que la historia que se nos presenta, sea cual sea.

¿Dónde ver I’m Thinking of Ending Things?

Esta película se puede ver (todas las veces que necesites) en Netflix.