La Balada de Buster Scruggs
Seis relatos western de los hermanos Coen
Los hermanos Coen llegaron a Netflix con seis relatos ambientados en el Lejano Oeste, que muestran las aventuras de bandidos y colonos en los Estados Unidos del siglo XIX.
La mera idea de ver un western en la pantalla, puede provocar cierto disgusto o rechazo entre los espectadores, pero no hay que dejarse llevar por las primeras impresiones. Al menos, no en el caso de La Balada de Buster Scruggs.
La película estadounidense escrita, dirigida y producida por los hermanos Coen, está compuesta por seis notables historias ambientadas en el Lejano Oeste que abordan aspectos como la altanería, la venganza, el miedo, la soledad y la muerte.
Este último aspecto se convierte en la constante de una producción que cuenta con conocidos actores como Tim Blake Nelson, Liam Neeson, James Franco y Harry Melling (a quien vimos interpretando a un aficionado del ajedrez en Gambito de Dama); y es que cada una de las historias acaba con un brutal o inesperado deceso.
Al tratarse de seis relatos, es inevitable percibir este hilo conductor conforme avanzan los minutos. Sin embargo, los hermanos Coen han sabido mantener la intriga de los relatos contenidos en el libro La balada de Buster Scruggs y otros cuentos de la frontera americana, dándole un giro al concepto en las últimas dos partes, en donde la muerte no parece tan evidente.
Una de las mejores películas originales de Netflix
Tras haber triunfado con Sin lugar para los débiles (2007) —ganadora de tres premios Oscar por Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión Adaptado—, los hermanos Coen reaparecieron con una producción western basada en una serie de cuentos que tardaron 25 años en escribir.
La balada de Buster Scruggs comienza con la historia del presumido vaquero que inspiró el nombre de la cinta, cuya antipatía queda al descubierto tras un pretencioso soliloquio en el que se jacta de ser el mejor tirador de la zona. Buster Scruggs demuestra sus habilidades protagonizando desencuentros en distintos bares, pero su suerte cambia cuando un joven pistolero lo reta a un duelo.
Cuando finaliza el capítulo, la película muestra a un solitario vaquero (James Franco) condenado a la horca tras intentar robar un banco. Un golpe de suerte lo salva de su fatídico final, pero su destino lo regresa al mismo sitio tras ser procesado injustamente por un delito que no cometió.
Lo que sigue son una serie de historias cuyo tópico principal es la muerte, solamente distinguida por los motivos y circunstancias de sus protagonistas. Aun así, no deja de sorprender, intrigar e incluso decepcionar con los desenlaces presentes en las más de dos horas de largometraje.
Una prueba de esto es el tercer capítulo, Meal Ticket, protagonizada por Liam Neeson y Harry Melling, que enrostra lo prescindible e insignificante que puede resultar alguien cuando no cumple con las expectativas ajenas.
Una mezcla que vale la pena
Más allá del asombro que puedan producir los relatos y las excepcionales actuaciones de figuras como Tim Blake Nelson o Zoe Kazan, las historias que componen La Balada de Buster Scruggs forman parte de una extensa producción que fácilmente podría desviar la atención de sus espectadores. Incluso, muchos podrían descartarla al notar sus 2 horas y 15 minutos de duración.
Y aunque los capítulos pudieron haber sido convertidos en una serie, debido al desarrollo que permitía cada uno de ellos, la producción resulta en una mezcla bastante heterogénea que no decepciona.
Además, la cinta western de los hermanos Coen ganó la Orsella de Oro al Mejor Guión en el Festival de Cine de Venecia, y esta es, sin duda, otra de las razones para verla.
¿Dónde ver La Balada de Buster Scruggs?
La Balada de Buster Scruggs está disponible en Netflix.