Este nuevo documental de Netflix sigue de cerca los pasos de Blackpink, el popular grupo femenino de K-Pop. Entre rigor y ternura, nos permite conocer individualmente a sus miembros: Jisoo, Jennie, Lisa y Rosé.
La fiebre por el pop coreano se ha extendido con brutal rapidez en el mundo. Si eres de los que se quedaron atrás con esta tendencia, Blackpink: Light Up the Sky es un documental que podría servirte de introducción. Ahora bien, si ya eres uno de los numerosos adeptos del K-pop, esta producción original de Netflix te permitirá conocer tras bambalinas a una de las bandas femeninas más populares del género.
Jisoo, Jennie, Lisa y Rosé son las protagonistas de esta cinta. Blankpink, el documental, retrata el camino que las llevó a consolidarse como una de las bandas más populares del momento. En esta cinta se repasan sus inicios y las vemos prepararse para debutar en Coachella 2019, como la primera banda femenina de K-pop en llegar al escenario de este mega evento.
Pero si bien frente a sus fanáticos despliegan una energía colorida y centellante, las chicas de Blackpink también tienen su lado oscuro. Este es, tal vez, el elemento más interesante del documental dirigido por Caroline Suh.
Rigor, soledad, ternura y entrenamiento. La historia de las Blackpink es el de cuatro chicas desarraigadas de su origen y de sus familias, que dejaron todo para hacer cuanto fuera posible para alcanzar el éxito. Ellas representan la rigurosidad asiática, encarnada en cuatro divas del K-pop.
El precio de la fama
Blackpink es una banda nacida y constituida en Corea del Sur, pero no todas sus integrantes pertenecen a esta tierra. Jisoo y Jennie nacieron y se criaron en Corea del Sur, Lisa es tailandesa y Rosé es de Nueva Zelanda.
Al inicio del documental las vemos reunidas dentro del estudio, escuchando su nuevo hit Sour Candy, en el que colaboraron junto a Lady Gaga. ¿Cómo llegaron hasta ahí? Es el camino que Suh intenta reconstituir, reuniendo fragmentos de distintos shows, registrando algunas de sus actividades como banda y, principalmente, mediante entrevistas individuales en las que cada chica se sincera ante la cámara.
En cierto momento de la cinta, vemos a las cuatro sentadas en una sala de cine, repasando los vídeos de sus primeras audiciones con el sello YG Entertainment (mega compañía surcoreana de entretenimiento, que gestionó la formación de la banda y las representa hasta el día de hoy).
Apenas eran adolescentes cuando bailaron y cantaron por primera vez frente a los directivos del sello, que juzgaban severamente su desplante. Esta dinámica se repitió durante años, en los que fueron estudiantes de una especie de internado intensivo. Un semillero para producir nuevas estrellas pop jóvenes.
Las chicas se sinceran, aunque con diplomacia. “Me hubiese gustado ir a la escuela y tener los recuerdos que toda la gente tiene”, “cada semana nos juzgaban y una gran amiga se iba eliminada”. “Quisiera haber pasado más tiempo con familia“. “No fue una etapa feliz“.
Pero Jisoo, Jennie, Lisa y Rosé superaron cada prueba para llegar a constituirse como un grupo, en la que cada cual aporta lo suyo creando un equilibro perfecto a ojos del sello (y de sus fanáticos).
Tras innumerables entrenamientos, Blackpink debutó ante el público en una conferencia de prensa convocada por YG Entertainment, en 2016. Lo demás es historia.
Una estrategia de marketing
Recapitulemos un poco. Cuatro jóvenes de tan solo 16 años, encerradas junto a muchas otras chicas en un internado intensivo, propiedad de un sello discográfico, con miras a convertirlas en exitosos productos comerciales para consumo masivo.
¿No es esto, acaso, demasiado macabro? ¿Es, si quiera, posible concebir que una persona crezca sana psico-espiritualmente en un ambiente tan competitivo como este?.
Si estas hubiesen sido las preguntas que encauzaran el documental, posiblemente los ojos del mundo entero estarían puestos en este momento sobre la obra de Caroline Suh.
Pero no hay que ser ingenuos. Detrás de este documental, que si bien asoma un dejo compasivo, no hay más que una burda estrategia de marketing. Que las chicas de Blackpink reluzcan en Netflix significa consolidar su público en Estados Unidos y apuntar a nuevas audiencias en todo el mundo, mediante esta masiva plataforma.
No es casualidad que el mismo sello YG Entertainment aparezca en los créditos como compañía productora del documental. Obviamente la mirada de esta cinta no iba a estar puesta en la supuesta explotación infantil que podría inferirse o, por lo bajo, en la enorme presión que se impone sobre artistas de corta edad, para cumplir con los estándares enfermizos del mundo del espectáculo.
No, por supuesto que no. Blackpink: Light Up the Sky es una historia de trabajo duro y recompensa. De colores, brillos y eterna juventud.
¿Dónde ver Blackpink online?
El documental está disponible en el catálogo de Netflix.