Da 5 Bloods
Un llamado a la acción desde el otro lado de la guerra
Da 5 Bloods nos cuenta un lado subrepresentado de la guerra de Vietnam, haciendo reflexiones raciales que se sienten más urgentes que nunca.
Spike Lee, con una carrera de más de cuarenta años, se ha convertido en una de las voces más activamente políticas en el cine respecto a la experiencia afroamericana y sus derechos.
El ganador del Oscar por BlacKKKlansman ha hablado de brutalidad policial, racismo, violencia pandillera y ha criticado al gobierno de Trump de forma directa.
Es con ese mismo espíritu de confrontación que esta vez alza la voz respecto a la guerra de Vietnam, vista desde la perspectiva de veteranos negros hoy, en Da 5 Bloods.
Argumento central de Da 5 Bloods
Cuatro veteranos afroamericanos de la guerra de Vietnam se reúnen en dicho país en el presente. Su objetivo es retornar a la selva en que pelearon a buscar los restos del quinto miembro de su grupo, que murió en batalla. ¿Su otro objetivo? Recuperar una fortuna en oro que dejaron enterrada allí años atrás.
Enfrentando su pasado, se adentran a la selva. Cada uno carga con sus propios demonios y estrés postraumático y el grupo empieza a tener diferencias respecto a lo que los convoca en aquel lugar donde no son deseados.
Algunos quieren ocupar el dinero para devolverlo a su gente, hacer donaciones a causas que apoyen movimientos por derechos afroamericanos. Otros quieren el oro para ellos mismos. El más traumatizado de todos, Paul, (Delroy Lindo), amenaza al grupo y lo toma por la fuerza, enemistándolos y tensando las relaciones.
La guerra vista desde otro punto de vista
La película se complejiza y expande su elenco y su premisa momento a momento, en un in crescendo que termina de forma mucho más épica que como comenzó. Hay traiciones, muertes y enfrentamientos, pero transversalmente se oye una reflexión, que parte como un susurro y termina como un grito.
Es el otro lado de la historia de guerra que Hollywood nos ha contado una y otra vez (aunque todavía no se ponen del lugar del “enemigo”), en la que soldados yanquis blancos defienden la patria con honor y sacrificio.
Está la pregunta del rol que jugaron los soldados afroamericanos (que componían un 30% de las tropas estadounidenses) defendiendo un país que los mataba y discriminaba allá en casa. Y se alza un cuestionamiento sobre el significado y la hipocresía del patriotismo, y eso es algo que lamentablemente resuena fuerte el día de hoy.
Irreverente en forma y contenido
A pesar de asimilarse a clásicos bélicos del cine con su música ostentosa y paisajes selváticos, Lee juega con varios tonos en Da 5 Bloods. La audacia del discurso del director se traduce también a las decisiones formales que emplea en la película, atreviéndose a mezclar estilos que podrían intimidar a directores más puristas.
Decidiendo grabar en digital y en 16mm, también se toma libertades con la relación de aspecto de la pantalla, que cambia de 16:9 a 4:3 y 2.35:1 para indicar saltos temporales. También interrumpe escenas para incluir fotos de archivo de los famosos personajes a los que se hace alusión en la película, y pone a los mismos actores veteranos a actuar de sus personajes décadas antes.
También hay cortes a Hanoi Hanna, una personalidad radial vietnamita que durante la guerra se dirigía a soldados estadounidenses para advertirles de lo absurdo de su presencia en aquel lugar.
Son muchas decisiones estilísticas y formales, algunas que pueden perturbar a espectadores que esperen mayor cohesión. Pero lo rescatable aquí es que a Lee simplemente no le importa la pulcritud y encontró en la manera de contar esta historia un dinamismo que está a la altura de todas las ideas que contiene Da 5 Bloods.
Una película urgente
En un año marcado por la muerte de George Floyd, los norteamericanos se han tenido que enfrentar nuevamente con los niveles de racismo que su población perpetúa. La situación que esta comunidad vive en ese país sigue siendo injusta, con altos índices de pobreza, encarcelamiento y discriminación. No es sorpresa entonces que el cine este año haya decidido comentarlo.
Algunas de las películas de más alto perfil de la temporada han hablado de racismo o la experiencia afroamericana, a la que finalmente se le está dando más voz: desde Ma Rainey’s Black Bottom, The Trial of the Chicago 7 o Rapera a los 40, vemos reflejos de la vida de personas negras en Estados Unidos.
Pero nadie lo hace sin tanto pudor como Spike Lee. Su película es discursiva, agresiva, urgente. Donde otras prefieren discursear y concientizar desde el subtexto, priorizando el naturalismo antes que la propaganda. Él nos recuerda que no tenemos tanto tiempo.
Da 5 Bloods no pide permiso ni disculpas e interpela directamente al espectador. Nos hace cómplices del sufrimiento. Apunta las injusticias y nos explica cómo se pueden resolver. Nos inspira y nos moviliza. Y eso es quizás justo lo que ese país necesita en momentos tan divididos como estos.
¿Dónde ver Da 5 Bloods?
La película original de Netflix se puede ver en esa misma plataforma.