Diamantes en bruto
Un repulsivo Adam Sandler al borde del colapso
Diamantes en bruto es un frenético thriller protagonizado por un detestable Adam Sandler que hace lo posible por sobrevivir a pesar de sus vicios

Los hermanos Safdie son dos jóvenes realizadores judíos que salieron aparentemente de la nada y en sus veintitantos presentaron una serie de películas independientes en importantes festivales como Cannes o Venecia.
Su trayectoria siguió avanzando con Good Time, un angustiante thriller protagonizado por Robert Pattinson que los instaló en las listas de los directores más interesantes.
Pero es con su última locura en Netflix, la bestialidad de película que es Diamantes en bruto, que coronan su más grande logro hasta el momento y nos dejan boquiabiertos preguntándonos qué se les va a ocurrir más adelante.

La frenética trama de Diamantes en bruto
Con un ritmo hiperactivo y una cámara imparable, Diamantes en bruto nos sitúa en pleno Diamond District, un muy específico barrio neoyorkino donde tiene una joyería Howard Ratner (Adam Sandler). Él es un ansioso y repulsivo adicto a las apuestas, que está feliz tras hacerse con un maravilloso ópalo invaluable traído desde Áfirica.
Un día, un reconocido basquetbolista llega a su tienda y se interesa en la joya. Se la pide prestada como amuleto de buena suerte y le pasa como colateral un anillo valioso.
Apenas se va, el impulsivo Howard empeña el anillo con la idea de ganar dinero mediante una apuesta, pero está tan sumido en deudas que esto es solo el comienzo de una serie de malas decisiones. En cuestión de horas, Howard tiene que conseguir una ridícula suma de dinero para poder recuperar su ópalo y así ojalá saldar sus deudas.
Y nosotros como espectadores vemos prácticamente cada minuto de esta locura. A un hombre ansioso moviéndose desesperado de un lugar a otro, apostando dinero que no tiene para endeudarse aún más, pagándole a unos y debiéndoles a otros, moviendo plata de aquí para allá y haciendo enemigos con cada estúpido paso que da. Es agotador y fascinante.

Un asqueroso protagonista intentando sobrevivir
Los Safdies perfeccionaron la misma técnica que usan aquí en Good Time, pero esta vez la llevan al límite. Lo que vemos en Diamantes en bruto es a un personaje en constante movimiento escapando de su situación mientras manipula, miente y cava más y más profundamente su propia tumba.
Más interesante aún es descubrir las habilidades de Howard, destellos de ingenio o sabiduría callejera que le han facilitado el llevar este desgastante estilo de vida.
Que Adam Sandler —en la mejor actuación de su carrera— sea una imperdonable sabandija inescrupulosa, pero que aún así estemos involucrados en su devenir, es gracias al talento de un actor que nos recuerda que es bueno en lo que hace cuando se toma la molestia.
Es también gracias a la habilidad de este par de directores por hacer que nos importe, ya sea por morbo, lástima o curiosidad, el destino de un hombre completamente detestable.

Un futuro brillante para los Safdie
Diamantes en bruto nos sumerge en una realidad muy específica, la de los barrios de las joyerías y casas de empeño en Nueva York. Una vez allí, no nos da tregua.
El mundo del crimen, la delincuencia callejera y las deudas no son nada nuevo en el cine, pero aquí se ha refrescado la fórmula gracias a un carismático protagonista y una propuesta de dirección enérgica, graciosa e implacable.
Benny y Josh Safdie, que durante su carrera han escrito, editado, dirigido y protagonizado varias de sus producciones, logran con esta obra situarse a sus treinta y tantos entre los más destacados directores norteamericanos emergentes.
No podemos esperar para ver lo siguiente con lo que nos van a sorprender. Pero, en caso de que nunca alcancen esta estatura nuevamente, siempre tendremos Diamantes en bruto, y en ella a un asqueroso e inolvidable Adam Sandler.

¿Dónde se puede ver Diamantes en bruto?
La película está disponible en Netflix, que adquirió los derechos de su distribución.