Mank es una joya cinematográfica que nos recuerda que las cintas de streaming pueden contar no solo buenas historias, si no que contarlas con elegancia y maestría.
Hace algunos días se estreno la más reciente película de David Fincher (Seven), Mank, una cinta que indaga en episodios de la historia de Hollywood que están alejadas de los focos y proyectores. Allí vemos a un brillante Gary Oldman dando vida magistralmente —vaya novedad— a Herman J. Mankiewicz, guionista de la cinta Ciudadano Kane, de Orson Welles.
Con un guion que fue escrito por el padre del director dePerdida,Jack Fincher, y como la segunda apuesta en blanco y negro de Netflix tras Roma, de Alfonso Cuarón, Mank sorprende por su cuidadosa estética, actuaciones brillantes y un guion difícil de digerir.
Qué nos cuenta Mank
En breves palabras, la cinta nos traslada a los años 30 donde el alcohólico y efusivo guionista Herman J. Mankiewicz (Oldman) se encuentra apresurado terminando el guion de Ciudadano Kane.
Pero también es una película de nicho, hecha para amantes del cine y recomendada para una audiencia que ya haya visto la cinta de Welles.
Mank es una película que habla del cine dentro del cine y que requiere ser vista con Wikipedia en mano para estar al tanto del sinfín de nombres que son citados. Porque puede suceder que entre el mar de personajes mencionados se vaya nublando, lentamente, el disfrute visual de la cinta.
En Mank se instala nostalgia pura por los filmes de hace más de cinco décadas. Nos acompaña un gris brillante, mujeres pulcras y perfectamente maquilladas, así como jóvenes en traje y poderosos magnates de las comunicaciones. Todo lo anterior en un contexto sociopolítico delicado, con la Segunda Guerra Mundial presente y una industria del cine que ansía proliferar.
Mank, oda a la estética y puesta en escena
Fincher es un cineasta que cuida muchísimo la puesta en escena. Y Mank no es la excepción. Fundidos, planos y escenas casi calcadas generan un diálogo permanente entreMank y Ciudadano Kane. En este obra se busca plasmar la época dorada de Hollywood representando fielmente la llegada del cine sonoro y la crisis económica mundial que afectó igualmente a la industria del entretenimiento.
La estética remite pulcramente a los años 30, con fascinante pero sutil combinación con lo moderno. La imagen en blanco y negro más el granulado artificial y efectos de celuloide quemado remiten al daño que acompañaba a las cintas de la época.
Mank utliza constantemente flashbacks para entender situaciones y vivencias del guionista. Estas escenas son presentadas por títulos calcados de un libreto.
Además toda la película es acompañada de la musicalización de los grandes Atticus Ross y Trent Reznor, de la banda Nine Inch Nails. Artistas que comúnmente colaboran con Fincher y que crean una atmósfera repleta de vigor y nostalgia.
Gary Oldman y el elenco estelar
Como ya mencionaba anteriormente, la selecta nómina de actores que aparece en Mank es encabezada nada más y nada menos que por el gran Gary Oldman. El actor sabe encarnar una versión desaliñada del escritor, pues claro, los que hemos seguido su carrera sabemos que los papeles de alcohólico, apostador y chico malo se le dan con una facilidad envidiable.
Con diálogos irónicos y divertidos que lo convierten en un personaje seductor, Oldman encarna escenas de angustia, desvalidamiento y comedia. Mankpone al actor en posición de demostrar todo su desplante escénico y sugiriendo, claramente, que será uno de los próximos premiados en los Premios Oscar.
También actúan de manera más que destacable Amanda Seyfried encarnando a la actriz Marion Davies; Lily Collins como Rita Alexander, secretaria de Mank; Tuppence Middleton como Sara, la esposa del guionista y Tom Burke, quien interpretará a Welles. Sin duda una nómina llena de estrellas.