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Okja
Una crítica noble y justa al borde de lo excéntrico

Bong Joon-ho —director de Parásitos— plasma en Okja una crítica al sistema, centrándose en los negocios de la industria de la carne.

Poster Okja

Antes de caer rendidos a la brillante Parásitos en 2019, en Occidente ya nos sentíamos atraídos por la mente de Bong Joon-ho, el cineasta surcoreano que revolucionó Hollywood. En 2013 lanzó su primer largometraje, Snowpiercer —un deslumbrante thriller de ciencia ficción— y más tarde sumaría fuerzas con Netflix para estrenar Okja (2017).

Una vez más, el director plasmó su visión crítica sobre el sistema, pero enfocándose en la polémica industria de la carne. Con un guion estable, Joon-ho logró reclutar a un pelotón de rostros conocidos en la pantalla grande, destacando Tilda Swinton (Tenemos que hablar sobre Kevin), Jake Gyllenhaal (Secreto en la montaña) y Paul Dano (Pequeña Miss Sunshine). 

En la grandilocuencia que consigue una mega producción como esta —tanto así que compitió por la Palma de Oro en Cannes—, las expectativas de un filme así eran altísimas, y más aún si su estreno lo alejaba de la tradicional sala de cine y lo llevaba directamente al streaming. 

De todas maneras, Okja se convirtió en una pieza polémica, para bien y para mal. El surcoreano retrató con extremos una lucha persistente en las últimas décadas, haciendo una leve parodia de los polos que combaten en la historia. Y, entre medio, Okja, una especie de cerdo modificado genéticamente para ser faenado y puesto en un plato.

Ahn Seo-hyun es Mija en Okja. En la foto se ve a una niña asiática acariciando a un elefante, que apenas asoma su cabeza en la imagen.
Ahn Seo-hyun es Mija en Okja.

La persecución del súper cerdo

En manos de la gigantesca Corporación Mirando, liderada por la nueva CEO Lucy Mirando (Tilda Swinton), hay un proyecto anunciado al público que consiste en repartir a través del mundo a 26 súper cerdos, de los cuales saldrá un ganador.

10 años más tarde, la empresa llega a la granja de Mija (Ahn Seo-hyun), una niña surcoreana que vive junto a su abuelo y a Okja, uno de los cerdos de Mirando y que fue considerado el mejor de su especie, por lo que se lo llevarán a Nueva York. Sin embargo, la niña no se toma la noticia de la mejor manera.

Es así como comienza a desatarse el caos, mientras la pequeña intenta rescatar a su amiga animal, la corporación debe lidiar con mala prensa y con la arremetida de un grupo de animalistas extremos, el Frente de Liberación Animal, liderado por Jay (Paul Dano). 

Mija se convierte en un dolor de cabeza para Mirando, ya que comienza a entorpecer las intenciones de negocio que tiene y que, justamente, es un lavado de imagen para seguir llevando a cabo una granja industrial y el matadero de esta nueva especie. 

Cuatro personajes, tapando sus rostros con sombreros y con mascarillas negras. El Frente de Liberación Animal busca dar a conocer las verdaderas intenciones de la Corporación Mirando.
El Frente de Liberación Animal busca dar a conocer las verdaderas intenciones de la Corporación Mirando.

Un remezón necesario

Okja quiso ser polémica con su justa razón. Y para quienes conocíamos un poco el trabajo de Joon-ho, ya nos preparamos para eso. Sin embargo, a la controversia de su guion, también se le sumó el de ser una producción hecha para streaming. Los puristas del cine se fueron en contra de la película por competir en Cannes, un hecho que hoy en día parece insólito.

Es que Okja tiene otros puntos por los cuales pierde parte de su encanto. Lo dije antes, el tratamiento de los extremos es un poco burdo. A veces todos los frentes que luchan por manipular al súper cerdo parecen estúpidos y la única con uso correcto de su raciocinio es la pequeña Mija. Y no, no es que estemos frente a una comedia.

Sin ahondar en esa pequeña falla, el filme es una aventura entretenida, con una excentricidad que le entregan las actuaciones de Swinton y Gyllenhaal. Junto a eso, hay un encanto implícito en la relación de la protagonista y Okja, un fiel reflejo de los vínculos afectivos que los humanos formamos con los animales.

Aunque haya que tener una alta sensibilidad para tomarse en serio el mensaje de la ficción y llevarlo a la práctica —hace poco estuve con una chica que vio la película y dejó de comer carne por unas semanas—, Okja genera ese clic en la cabeza, un remezón que no es vital, pero que le hace justicia a un tópico por el que muchos luchan por erradicar.

Tilda Swinton como la excéntrica Lucy Mirando en Okja.
Tilda Swinton como la excéntrica Lucy Mirando en Okja.

¿Dónde ver Okja?

La película está disponible en Netflix.