Basado en una historia real The Trial of the Chicago 7 es un drama histórico que bien podría situarse en el 2020. Dirigida por Aaron Sorkin (La red social) ya resuena como candidata a los Oscar.
En 1968, multitudes de manifestantes viajaron a Chicago para protestar contra la guerra de Vietnam. A pesar de las advertencias oficiales, llegaron hasta la Convención Nacional Demócrata, donde las fuerzas especiales los enfrentaron con violencia y los detuvieron. Meses después, un grupo aparentemente aleatorio de dirigentes presentes aquel día fue acusado de conspiración. Los conocieron como “los 7 de Chicago”, y esta es la película que relata el largo juicio al que fueron sometidos.
The Trial of the Chicago 7 ocurre principalmente dentro de la corte, en un juicio de meses de duración y alta cobertura mediática.
Encabezando a los acusados se encuentran Tom Hayden (Eddie Redmayne) y Abbie Hoffman (Sacha Baron Cohen), dos activistas de izquierda con ideas muy diferentes sobre cómo concretar sus ideales. El primero cree en el diálogo para llegar al poder, el segundo cree que al poder hay que desestabilizarlo.
Los acusados no se conocían y menos habían conspirado para agredir policías y formar una revuelta, pero eso al juez encargado no parece importarle.
El abogado defensor, por su parte, debe lidiar contra las artimañas con que se utiliza el sistema en contra de ciudadanos que piensan distinto al régimen. La película retrata con éxito la injusticia de un proceso que parece estar perdido antes de que siquiera inicie. Se trata, finalmente, de un juicio político.
Paralelos con el presente
The Trial of the Chicago 7 es, en el fondo, la pelea de parte de ciudadanos inocentes que son violentados, aprehendidos y juzgados por pensar distinto. La brutalidad policial queda impune y el gobierno ocupa herramientas institucionales para doblar la verdad y dictar sentencias que le favorecen.
Hay discriminación racial, amenazas y agentes que quieren intervenir con el curso natural del juicio. Independiente de que los eventos en los que se basa la película hayan ocurrido en Estados Unidos ,en 1968, el valor de esta película original de Netflix es que tiene más de un paralelo con las crisis institucionales que distintas naciones viven hoy.
Aaron Sorkin, director y guionista, está más preocupado de esos paralelos que de ahondar en el caso específico que tiene en frente. ¿Cómo se defiende la verdad cuando un sistema poderoso dice que es mentira? ¿Cuál es la mejor manera de llevar a cabo una revolución?
Sorkin encontró una forma dinámica, entretenida y comprensible de aterrizar la historia y comentar el estado de las cosas hoy.
Entretenimiento con conciencia política
Aaron Sorkin es uno de los guionistas más destacados de la industria hollywoodense. Su sello son los personajes verborreicos, abundancia de diálogo y afinidad por temas políticos.
En The Trial of the Chicago 7, el diálogo también es la base y cuenta con un puñado de actores que lo encarna con gusto.
El reparto coral está compuesto por los mencionados Redmayne y Baron Cohen, pero también por Mark Rylance, Frank Langella, Jeremy Strong, Yahya Abdul-Mateen II, Joseph Gordon Levitt y un cameo de Michael Keaton.
Juntos crean el mejor tipo de producto hollywoodense que uno puede esperar: una historia solemne de gran escala, con excelentes valores de producción y una temática relevante. Una apuesta segura a los Oscar 2021, donde se ha posicionado como una de las favoritas a las categorías principales.
Pero el valor de The Trial of the Chicago 7 finalmente radica en la manera aparentemente sencilla y entretenida con que trae al presente una historia que podría haber sido complicada en otras manos. Es entretenimiento en primer lugar y la lección de historia, después.
Y es de manera casi tácita que hace llegar su mensaje. Uno donde la justicia no se da por sentada, pero es la vía para lograr avances en una sociedad democrática. A la vez, nos recuerda que el sistema establecido siempre ha intentado detener las revoluciones, y el que eso se siga repitiendo no es razón para dejar de manifestarse.