Unorthodox
De una comunidad ultra religiosa hacia la libertad

Una comunidad judía en que las mujeres no tienen permitido estudiar, ni cantar, ni leer. Donde los matrimonios los dicta un rabino y cada familia debe engendrar entre 10 y 20 hijos. El retrato del intrigante modo de vida de una comunidad ultra ortodoxa en Nueva York, es tal vez uno de los elementos más llamativos de Unorthodox.

La mini serie que recientemente estrenó Netflix, es una adaptación libre de las memorias de Deborah Feldmam, escritora que formó parte de la orden de Williamsburg, que se representa en la serie.

Unorthodox arranca con Esther “Esty” Shapiro (Shira Haas) escapando del departamento que comparte con su marido. Por ser Sabbat, día sagrado, nadie en su comunidad puede ser visto cargando cosas por la calle. Por esta razón nuestra protagonista no lleva nada de equipaje al momento de partir.

A la par que presenciamos la huída, se nos presentan flashback de su boda y vida junto a Yanky Shapiro (Amit Rahav). Esty se casa contenta, con la esperanza de iniciar una nueva vida después de casada.

Sin embargo, su matrimonio es un desastre. Ella no logra mantener relaciones sexuales con su marido y esto se convierte en una gran presión. Yanky, lejos de brindarle contención, la recrimina. También así lo hace la suegra (Delia Mayer), que tiene injerencia absoluta.

Según se narra en la serie, la comunidad de Williamsburg fue fundada por sobrevivientes del Holocausto y la principal misión de las mujeres es engendrar la mayor cantidad de hijos, para así “recuperar las seis millones de vidas perdidas”.

Cansada de su entorno, Esty llega a Berlín. Así mismo lo había hecho su madre (Alex Reid) años antes, razón por la cuál fue condenada al desprecio de toda la comunidad.

Sin estudios, ni dinero, Esty intentará buscar su propio camino. Persiguiendo el sueño de ser libre y de estudiar música, algo que su orden nunca le permitió.

¿Qué tan real es?

Para proteger la privacidad de Feldmam, muchos detalles se cambiaron. Una de las principales diferencias es, por ejemplo, que en vez de huir a Berlín la escritora renunció a la orden y se mudó junto con su esposo a otro barrio de Nueva York.

Si la válvula de escape para Esty es la música, la de Feldmam fueron los libros. Una vez que abandonó Williamsburg, comenzó sus estudios universitarios en literatura. Pocos años después dejó a su marido y ganó la tuición del hijo de ambos.

Las estrictas normas que se muestran en la serie si son verdaderas. Algunas de las más extremas recaen sobre las mujeres. Por ejemplo, no pueden dormir en la cama matrimonial si están menstruando y apenas se casan son forzadas a raparse todo el pelo, en señal de respeto por su marido.

Tal vez el punto más débil de Unorthodox es el contraste que se genera entre el agobiante ambiente de la comunidad ultra religiosa y la armonía que se vive al llegar a Berlín. Esta oposición se nos muestra en términos de blanco y negro, lo que no es muy creíble.

Si bien uno puede estar en desacuerdo con las condiciones de un culto tan extremo, es difícil concebir que en toda una comunidad no exista ni un solo vínculo cálido; ni una sola amiga o familiar preocupada por la felicidad de Esty.

Por otro lado, llegar a una metrópolis gigante como Berlín y de la nada hacerse amigos y ser feliz, sin ninguna complicación, también resulta ingenuo.

Aún así, la historia es cautivadora y la serie atrapa desde el primer minuto. Cabe desear que mujeres en situación de opresión religiosa puedan inspirarse en la historia de liberación de Esty.

¿Dónde ver Unorthodox?

La primera temporada de la miniserie está disponible en Netflix. Además, en la plataforma, se puede visualizar Making Unorthodox, documental sobre cómo se realizó la producción.