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The Wire
Escuchar lo que parece perdido

Proclamada por la crítica como una de las mejores series de la historia, The Wire logró ser un reflejo de las fallas y vulneraciones del sistema social, político y judicial frente a la marginalidad y la pobreza en Estados Unidos.

The Wire HBO poster

Tengo una estrecha y extraña relación con The Wire. Empezó en 2012, cuando me sumergí en el mundo de las series en línea y encontré las cinco temporadas de esta producción casi de culto de la que sólo sabía que “era una de las mejores de la historia

Me fui a la segura, sabiendo que tenía el sello de HBO, y comencé a verla pensando en que sería una serie más para maratonear. Pero no fue así. Y es que esta reconocida ficción es tan realista que incomoda. Cada capítulo pesa, y no porque sea un guión soso o aburrido, sino que su temática es tan compleja, que en mi caso había que tomar un buen tiempo para procesarla. 

Sin embargo, lo que pensé sería una semana, terminaron siendo 7 años. Casi una temporada por año me tomó verla entera. Recién en 2019 le di fin a esa relación. Una que no esperé tener por tanto tiempo, pero que ahora agradezco, porque de golpe no hubiese sido fácil dejar. 

Escuchando las calles

Estrenada en 2002, The Wire –creada por el periodista y guionista David Simon (Treme)– narra la intervenciones telefónicas que hace un grupo de policías de Baltimore, Maryland, para dar con una red de narcotráfico que afecta las calles más vulnerables de la ciudad. 

Bueno, eso vendría siendo un resumen bien amplio (y un poco sobre la primera temporada). Porque ciclo a ciclo, esta producción sigue distintas problemáticas relacionadas con la delincuencia, las drogas, el periodismo, la política y la educación. Pero el tema que le da una estructura coherente a la serie en general son las escuchas por teléfono.

Pero a esa columna vertebral que tiene el guión, también le acompaña otro factor: la exposición de las fallas que tiene el sistema social, judicial, político y policial en poblaciones vulnerables, minoritarias y las más reprimidas en Estados Unidos (justamente la afroamericana).

Y aunque aquí no viene muy al caso el tema de la brutalidad policial –hecho relevante en estos días–, lo que sí demuestra The Wire es la realidad burocrática de los aparatos sociales de los gobiernos, la violencia y el abandono en los barrios marginales, la corrupción en la política y el mundo judicial. Tópicos relevantes que, al parecer, nunca dejan de ser contingentes.

Una joya televisiva

The Wire puede tocar temas muy actuales, pero es cosa de verla para darse cuenta que está empapada de la primera década del 2000. Podría parecernos retro, sobre todo con el uso de aparatos tecnológicos que para la época eran high tec, pero que no es más que chatarra. 

Fuera de ese destacado –netamente– personal, hay que aplaudir mucho a sus guionistas y al elenco que por cinco temporadas nos entregaron joyas de contenido, constante tensión, violencia que es molesta de ver (por lo real que resulta) y arcos dramáticos que son propios de ambientes burocráticos y de los cuales estamos muy alejados. 

Sin duda, esta serie es una de mis favoritas. Tanto así que rescato de ella una de mis escenas preferidas de la pantalla chica: The Fuck Scene. Dos de los protagonistas se pasan cerca de tres minutos y medio diciendo fuck, mientras revisan la zona donde ocurrió un crimen. Un acierto del guión, que sumado la carismática esencia de los actores, cabe en un aspecto de humor negro junto con una revelación dramática dentro de la historia. 

El elenco coral no tuvo figuras de renombre en la industria. Sin embargo, muchos de los que pasaron por The Wire hoy son reconocidos en Hollywood.

El británico Dominic West, encargado de interpretar al detective de homicidios Jimmy McNulty; Idris Elba, como uno de los principales antagonistas Stringer Bell, Lance Reddick, Michael B. Jordan, Sonja Sohn, Michael K. Williams y otros actores que luego extendieron sus apariciones en el cine y la TV.

¿Dónde ver The Wire?

Las cinco temporadas están disponibles en HBO Go.