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Los Soprano
La serie que marcó una nueva era y que no puedes dejar de ver

Los Soprano es la primera gran serie del siglo XXI, un clásico de HBO con el inolvidable James Gandolfini en el rol de un aproblemado jefe mafioso.

Los Soprano afiche

La mayoría la vio cuando esta serie era el hit de HBO, a fines de los 90 y comienzos del 2000. Ahora que Los Soprano está en HBO GO, es la ocasión perfecta para que aquellos que la tenían pendiente le den su merecida chance.

Muchos dirán: habiendo tantas producciones nuevas, ¿por qué habría que destinarle tiempo a una estrenada hace más de 20 años? Simple: porque es una producción de alto vuelo, porque marcó a toda una generación y porque cambió la industria para siempre, elevándola a niveles cinematográficos y haciendo costumbre para millones alrededor del mundo ver cada semana sus nuevos capítulos, como un rito ineludible.

Un antihéroe de protagonista

James Gandolfini como Tony Soprano

Esta creación de David Chase es única y rompedora. En los 90, la producción de series de TV en Estados Unidos giraba en torno a las cuatro grandes cadenas (CBS, ABC, FOX y NBC), con una estructura económica dependiente de anunciantes y audiencias. Los Soprano llegó a romper ese paradigma. Era una serie de nicho, que no apelaba al público general y que no se esclavizaba con la idea de crear personajes protagónicos que le cayeran bien a moros y cristianos.

Tony Soprano, el protagonista de la saga que lleva su apellido, inauguró la era de los antihéroes como personajes centrales y no secundarios. Cuestionables, desagradables, incluso, pero atrayentes y carismáticos, a pesar de sus miles de defectos y de su moral apelable.

Soprano es un mafioso, un asesino, un hombre violento, pero amante y defensor de su familia, desde cuyo punto de vista se presenta la historia, guste o no.

Un tipo corpulento, interpretado por un inolvidable James Gandolfini (quien falleciera tempranamente en 2013), que se debate entre sus “negocios”, el amor a su familia, los conflictos personales y los desequilibrios mentales que todo esto le provoca, y que convierten a su siquiatra (la sólida Lorraine Bracco) en un personaje ineludible.

Tony es el antecedente de otros por el estilo, como Walter White (Bryan Cranston), Dexter Morgan (Michael C. Hall) o Don Draper (Jon Hamm). O de una Jackie Peyton (Nurse Jackie) o Piper Chapman (Taylor Schilling).

Y fue un éxito, lo que demostró a los estudios y a las cadenas que había una audiencia dispuesta a ver historias adultas que pusieran en tela de juicio sus escalas de valores.

Tampoco eran ya tan necesarios los giros inesperados y constantes en el guión, esos golpes efectistas que incrementaran el interés de la gente. Bastaba con presentar personajes interesantes, con conflictos y evolución, como ocurre en la vida misma.

Ahí radica la gracia de David Chase y su equipo: en retratar la complejidad y contradicción del ser humano, todo matizado por múltiples capas y significados que le dan variedad a la historia.

En eso es clave Tony Soprano, el padre de familia que lleva el pan dejando una estela de sangre a su paso, pero también otros personajes, como su esposa Carmela (la gran Edie Falco), quien no es una simple víctima de sus circunstancias. Ella sabe de dónde viene el dinero y a veces tiene problemas con ello; otras veces no, guiada sea por la ambición, la hipocresía o por la culpa católica.

Porque ojo: esta no es sólo una magnífica serie sobre la mafia contemporánea, con toda la violencia y acción que ello implica. También hay desarrollo de conflictos de la vida diaria (celos, rebeldía de los hijos adolescentes, conflictos con los padres ancianos, etc), con escenas plagadas de subtextos y simbolismos. Incluso, con capítulos que nos llevan al plano de lo onírico.

HBO, en lo más alto

Los Soprano no solo realzó para siempre a HBO. Su éxito de audiencia, los premios recibidos (varios Emmy y Globos de Oro, entre otros) y las millonarias ventas de la serie en DVD hicieron que el resto de los canales de cable, y luego las plataformas de streaming, apostaran por la producción original.

Además, demostró a Hollywood que la televisión era un medio en que actores, directores y guionistas tenían libertad creativa y posibilidades de desarrollo (y de ganar mucho dinero en la pasada).

Más allá de decir que su estreno fue el inicio de lo que se ha llamado la Edad Dorada de las series de TV (hay ejemplos anteriores notables que ponen en duda aquello, como Luz de luna y Twin Peaks), sí es la primera gran serie del siglo XXI, la que le abrió las puertas definitivamente a las producciones que hoy disfrutamos en cantidad y calidad como nunca antes.

¿Dónde ver Los Soprano?

Las seis temporadas de Los Soprano se pueden visualizar, desde Latinoamérica, a través de HBO GO.