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The Walking Dead
Una década sangrienta de letargo zombie

A casi diez años de su estreno, The Walking Dead busca sobrevivir en un territorio instaurado por sí mismo. El desgaste narrativo no ha puesto su continuidad en peligro todavía, y pese a que su soporte se desequilibra de vez en cuando, parece que será un producto más longevo del que creíamos.

The Walking Dead afiche

El 31 de octubre de 2010, la cadena estadounidense AMC aprovechaba un día clave en el folklore nacional para estrenar su nueva apuesta de ficción. En medio de un ambiente que celebra lo escalofriante y la fascinación por los disfraces, The Walking Dead vio la luz sin saber que una década después, la moda zombie seguiría vigente en la TV. 

Basada en la serie de historietas de Robert Kirkman y Tony Moore, este drama post-apocalíptico nos sitúa en un Estados Unidos devastado por una pandemia de muertos vivientes. 

Aunque parece una fórmula bastante repetida –con aires a Resident Evil o Exterminio–, esta producción instauró el estado de sobrevivencia como un subgénero dentro de la pantalla chica, haciendo que capítulo a capítulo estuviéramos pegados a la silla preguntándonos qué iba a pasar con sus personajes. 

Y es que The Walking Dead ya dejó de ser una serie sobre zombies. Su mitología se ha expandido, ayudado por los cómics, y ya conforma un fandom significativo en el mundo.

Al desgaste de su primicia base, lo ha rescatado temporada por temporada el carismático grupo de figuras que componen su elenco. En resumen, es la simple humanidad de su historia lo que la ha mantenido viva por 10 años.

Los cimientos de The Walking Dead

The Walking Dead no habría sido lo que llegó a ser sin su elenco original. Sacado del cómic de Kirkman y Moore, la serie logró traer en carne y hueso a su protagonista, Rick Grimes (Andrew Lincoln), un policía de Kentucky que tras ser herido en un enfrentamiento, despierta del coma en medio de la pandemia que afectó a la población. 

Desde el segundo en el que se incorpora a esta nueva normalidad (gracias Covid-19 por ampliar mi vocabulario) comienza el largo camino de supervivencia. Primero, en enfrentarse y entender a los hambrientos zombies que atacan lo que se mueva. Segundo, encontrar a su familia. Tercero, idear una posible solución al desastre.

La figura de Grimes, a lo largo de las temporadas de la serie, siempre es la del líder estoico, con poco tiempo para gestionar emociones, pero horas de sobra para planificar un enfrentamiento con los muertos vivientes.

Sin Rick, difícilmente sentiríamos optimismo por los otros personajes, o al menos esa percepción logra entregar en los primeros ciclos.

Con el pasar del tiempo, el reparto secundario toma más importancia y podemos finalmente encariñarnos con ellos. Sin embargo, bajo la fórmula de Game of Thrones, es mejor no empatizar con ninguno, porque el hambre zombie no perdona.

Paso lento y contemplativo

Una de las cosas que más me llamó la atención en un comienzo de The Walking Dead era que su primer ciclo era corto, de pocos capítulos. Y aunque uno siempre quiere más, parecía correcto para la historia no desbordar contenido.

Si al principio fue así, las cosas cambiaron con el éxito. Ya para la tercera entrega se instalaron 16 episodios por tanda, con la fórmula norteamericana del midseason finale (un capítulo potente en mitad de la temporada y que cierra algunos cabos tratados al inicio). 

En una crítica netamente personal, creo que extender la narrativa de esta manera afectó la calidad de la producción. Sí, es una serie de acción y drama, pero me atrevo a decir que en un porcentaje importante se da el tiempo para ser contemplativa, con letargo y analítica.

Esto último, en sí, es un recurso que se agradece. Sin embargo, The Walking Dead va a cumplir una década implementando la misma fórmula de volver lenta su narrativa, para así impresionar a sus fieles seguidores con un capítulo épico que cambia el panorama en pocos minutos. 

Personalmente, esto es lo que me agotó de la serie. Pese a sus personajes entrañables, a los que conoces hace un buen rato, el camino para llegar a lo que de verdad me entretenía de la serie era muy largo como para seguir tomándolo.

Un zombie más vivo que muerto

The Walking Dead no tiene intenciones de decir adiós. Con un montón de cambios en su elenco e historia, la ficción estrella de AMC está a punto de finalizar su décimo ciclo –con unos capítulos postergados para 2021 debido al Covid-19– y ya se prepara para la onceava entrega.

Pero el boom estalló también en la cadena para ampliar su universo, algo así como un Star Trek zombie. En 2015, se estrenó Fear The Walking Dead, una precuela ambientada en el mismo mundo que la serie madre y que ya cuenta con seis temporadas

Y como el éxito no ha frenado significativamente, en octubre de este año verá la luz The Walking Dead: World Beyond, producción que se posiciona diez años tras el inicio de la pandemia zombie. 

Aunque el letargo le esté pegando, The Walking Dead vino para infectar a la industria con la premisa del Apocalipsis producido por los muertos vivientes, y parece que las intenciones son de seguir sobreviviendo lo más que pueda en pantalla.

¿Dónde ver The Walking Dead?

En Amazon Prime hay disponibles 9 temporadas de la serie.