Publicado:

Don’t F**k With Cats:
Gatos y asesinatos, una combinación explosiva

Don’t f**k with cats es una docuserie que retrata una cruzada animalista virtual, para dar con el culpable de unos siniestros vídeos de maltrato animal.

Poster Don

“Internet no tiene límites. Es como el Salvaje Oeste ¿No? Hay lugares felices, con imágenes de lindos bebés, contenido tierno y divertido. Y existe otra parte del Internet, donde todo vale. El lado oscuro, donde puedes publicar porno, violencia… y a nadie le importa, nadie se sorprende. Pero en este lado oscuro hay una regla implícita. No está escrita, pero se entiende. La Regla Cero. Y la Regla Cero es: “Con los gatos no se jode”.

Con esta premisa arranca Don’t F**k With Cats la miniserie documental de Netflix. La producción consta de tres capítulos, en los que abunda el misterio, el morbo, y como no, los gatitos. En total son tres horas y cinco minutos de duración, en los que la adicción comprueba el éxito de una fórmula más que eficaz.

Argumento

La trama comienza cuando un anónimo difunde en Internet un vídeo en el que un hombre asesina cruelmente a dos gatos bebé. El terrible registro enfurece a cientos de usuarios de Facebook, algunos de los cuáles deciden crear un grupo para dar con el culpable a toda costa.

Pero lo que comienza como una cruzada animalista bastante ingenua, se retuerce cada vez más hasta derivar en lo que fue la persecución y posterior arresto de un peligroso asesino canadiense, llamado Luka Magnotta.

No te metas con los gatos, porque te estarás metiendo con los animalistas. Y ellos/as si que se lo toman muy, muy en serio.
No te metas con los gatos, porque te estarás metiendo con los animalistas. Y ellos/as si que se lo toman muy, pero muy en serio.

Polémico de principio a fin

Don’t F**k With Cats ha generado controversia en las redes sociales, donde más de alguno ha reclamado a Netflix por agregar a su plataforma, sin ninguna advertencia, contenido tan violento.

En este punto cabe recalcar que el vídeo original del maltrato a lo gatitos no está explícito en la miniserie, pero aun así hay imágenes no recomendables para personas sensibles o que se angustian con facilidad.

Para el resto de los espectadores, nos queda la intrigante pregunta de por qué la violencia se vuelve tan popular, y hasta adictiva.

Captura en Youtube de uno de los vídeos subidos por Magnotta: 1 boy 2 kittens.
Captura en YouTube de uno de los vídeos subidos por Magnotta: 1 boy 2 kittens.

Culpa colectiva

Esta misma paradoja —de porqué es tan adictiva la violencia— se plantea en la miniserie, donde los usuarios que comenzaron la búsqueda de Magnotta a través de Internet, se preguntan hasta qué punto no son ellos mismos los culpables, por haber alimentado el enorme deseo de atención que llevó a este sujeto a subir videos de sus atrocidades en Internet.

Bajo esta mirada, Netflix vendría siendo otro culpable indirecto, por dedicarle al asesino una miniserie completa. Y finalmente, culpables, también todos nosotros como espectadores por verla.

Esta culpabilidad colectiva que nos interpela, la intrigante historia de un asesino que tuvo lugar en el mundo real y, una vez más los gatitos, enriquecen la entrega de Netflix convirtiéndola en un imperdible.

Detención de Luka Magnotta.
Detención de Luka Magnotta.

¿Dónde ver Don’t F**k With Cats online?

Puedes ver la docuserie Don’t F**k With Cats en Netflix.