Fuera de la obviedad que supone su premisa, Homeland es un drama adictivo y versátil que presenta a una agente de la CIA que tambalea entre la cordura y sus obsesiones por exponer la verdad.
Una vez hablé de Homeland con una francesa. Me dijo que era una oda estadounidense, en la que se ponían a ellos mismos como héroes combatiendo al terrorismo. Y en parte, tenía razón. Sin embargo, quedarnos solo con esa apreciación me parece injusto.
Pese a que conjuga la típica dinámica del gato y el ratón entre extremistas musulmanes y agentes de la CIA, esta producción original de Showtime vino a desencajar muchos lineamientos propios de este tipo de historias. Y la encargada principal de esto, fue su protagonista.
Carrie Mathison –interpretada por Claire Danes– es el pilar central de Homeland. Durante ocho temporadas nos enfocamos en esta mujer que debe integrar sus habilidades como una astuta y brillante agente de la Agencia Central de Inteligencia, con un duro trastorno bipolar que la descompensa de vez en cuando.
Con el correr de la serie, las obsesiones de Mathison se vuelven las nuestras. Sin embargo, sus dudas también. Nos exponemos junto a ella en todo sentido, y no es fácil, pero es adictivo.
La duda
Homeland es una adaptación de la serie israelí Prisoners of War. En su primer ciclo nos presenta a Carrie Mathison, una agente que recientemente se enteró en Irak de que un soldado estadounidense había sido convertido por un grupo terrorista.
Aunque no tiene certeza de la información, todo cambia unos meses más tarde cuando un sargento secuestrado por años, Nicholas Brody (Damian Lewis), es rescatado de manos de un grupo de insurgentes islámicos y vuelve a su casa como un héroe de guerra.
En él está la sospecha de Mathison, lo que la vuelca en una obsesión por demostrar que el ex militar está planificando un atentado en Estados Unidos. Sin embargo, a lo largo del ciclo vamos tambaleándonos entre las dudas y la paranoia de la mente inestable de Carrie. Las pruebas no están, pero la duda seguirá firme para ella.
God Bless Carrie
La atención de Homeland podría perderse en el misterio que supone Nicholas Brody en un comienzo. Sin embargo, debería estar siempre en Carrie Mathison. Compleja, pero audaz, esta mujer debe sobreponerse a una enfermedad que la limita a ratos, incluso a niveles que la deja incapacitada de hacer su trabajo.
Claramente, este ícono de la ficción no existiría sin Claire Danes. La intérprete se llevó los elogios de la industria por su papel. Por el mismo se llevó dos premios Emmy a Mejor Actriz en Serie Drama, y dos Globo de Oro en la misma categoría.
En Homeland, queremos confiar en Carrie, en sus corazonadas y en sus habilidades. Sin embargo, siempre hay algún obstáculo con el que luchar y para ella, el principal, es su propia cabeza. Si ella desconfía, nosotros también lo hacemos, y es una dinámica que cuesta digerir en un principio.
Los buenos recursos
Homeland ha sabido sobreponerse. Tuvo un inicio triunfal, que enganchó a la prensa especializada con este juego de espías y terroristas, mostrando personajes entrañables como Saul Berenson (Mandy Patinkin) o David Estes (David Harewood). Incluso, la producción ganó gran notoriedad cuando el ex presidente Barack Obama contó que era un seguidor y la consideraba una de sus series favoritas.
Pero hubo un punto de inflección, en la que esta ficción pareció desinflarse. El tercer y cuarto ciclo no consiguieron tanta importancia como sus antecesores. No obstante, el guión se refrescó con la llegada de la quinta temporada, la cual fue grabada en su totalidad en Alemania. Desde ahí, su esencia se transformó para basar el relato en temas contingentes. Tanto así, que algunas supuso coincidencias con hechos de la vida real, como los atentados a París en 2015 o las influencias de las fakes news en la elección de Donald Trump, en 2016.
Fue así como Homeland comenzó a anteponerse de manera inteligente a sucesos que afectaban indirectamente a los estadounidenses, ocupando siempre los recursos del terrorismo y las conspiraciones políticas, pero luego adaptándolo para hacer ver que no siempre están bien las cosas en casa.
Claramente como dijo la francesa, esta podría ser una ficción en la que Estados Unidos se engrandece por su aporte a la seguridad internacional. Sin embargo, yo creo que el rumbo que a veces sigue la historia demuestra la dualidad de un complejo juego que mezcla ideologías y violencia, donde se sale ganando o perdiendo.
Fuera de eso, siempre tendremos a Carrie. Sin ella no podríamos ver el lado humano de estos conflictos. Aún así, lo más importante de su personaje es la representación de una mente conflictuada y de cómo no es fácil vivir con un trastorno que cambia tus percepciones y tu estado de ánimo. Quizás pueda ser muy oportuno para el guión, pero en sí mismo hace que la historia tenga más sentido con hechos que nos parecen lejanos.
¿Dónde ver Homeland?
Las siete temporadas de Homeland están disponibles en Amazon Prime. El octavo y último ciclo se estrenó en febrero de este año y, por el momento, no está disponible en la plataforma.