Nazis escondidos en las altas esferas de Estados Unidos, y contra ellos, un grupo de judíos dispuestos a cobrar venganza. Hunters es una apuesta original de Amazon Prime Video con Al Pacino a la cabeza.
Hunters es una serie de superhéroes judíos. Los superhéroes, por una parte, conforman uno de los géneros más populares del cine. Por otro lado, las cintas sobre el Holocausto también tienen una presencia importante no solo en la pantalla, sino también en la literatura. Bueno, Hunters tiene un poco de las dos.
En pocas palabras, esta producción original de Amazon cuenta sobre un grupo secreto de cazadores judíos. Dedicados a “hacer justicia divina” con sus propias manos, su misión es vengarse de algunos de los criminales de guerra más repudiables del bando Nazi.
Hunters se ambienta a fines de los años 70, en Nueva York. El joven Jonah (Logan Lerman) trata de sacar adelante a su familia vendiendo drogas, cuando un desconocido entra a su casa y asesina frente a sus ojos a su amada abuela. Pronto descubre que no se trata de una venganza entre narcos, sino de algo personal.
Poco a poco y con ayuda de un antiguo amigo de su abuela, Meyer (Al Pacino), Jonah conoce a los Hunters. Así se entera de que en Estados Unidos hay un grupo de criminales nazis ocultos entre la gente y en las altas esferas políticas.
Su plan: llevar a cabo el Cuarto Reich. ¿Quién los detendrá? Solo alguien con verdadera sed de sangre podría hacerlo.
La mejor venganza es la venganza
Con esta premisa, entre absurda, pop e irreverente, comienza Hunters. En un primer episodio, de una hora y media de duración, queda al descubierto una de las líneas principales de su trama: problematizar en torno al paradigma de la venganza.
Cuando aún nada de lo traumático que le va a pasar ha pasado, vemos a Jonah salir del cine comentando con sus amigos una película de Star Wars. Animados, los adolescentes discuten si Darth Vader es o no un villano.
“Vader mató a muchísimas personas, es un asesino”, argumentan los amigos. “Igual que Batman, Superman y Linterna Verde”, replica Jonah. “La única diferencia entre héroes y villanos es cuántos disfraces vendes en Halloween”, remata.
Durante la serie se repite varias veces un pasaje contenido en el Talmud, un libro religioso del pueblo de Israel, que dice “vivir bien es la mejor venganza“. Con igual frecuencia, se recita a lo largo de Hunters un verso opuesto: “la mejor venganza es la venganza“.
Esta disyuntiva promete darle curso a la serie. Sin embargo, con el paso de los episodios, quedará demostrado que no es fácil sostener una ficción sobre una paradoja filosófica.
Crítica dividida
Hunters se estrenó en febrero de 2020. En un momento en que se hacía de conocimiento público el aumento del antisemitismo y el rebrote de grupos nazi, principalmente en Europa y Estados Unidos.
El creador de la serie, David Weil, es de origen judío y creó la serie inspirado en su propia historia familiar. El guion estuvo a cargo de Jordan Peele (creador de Get Out o ¡Huye!)
En el elenco destacan figuras como Jerrika Hinton (Grey’s Anatomy), quien interpreta a una joven agente del FBI que busca descubrir la verdad. Otro rostro llamativo es el de Josh Radnor (How I Met Your Mother), en la piel de un miembro de los Hunters especialista en disfraces. Pero obvio, el nombre más destacado es Al Pacino, quien hace su esperado debut en series televisivas (en lo que algunos ya llaman “el peor error en la carrera de Al Pacino”).
Tras el lanzamiento de su primera temporada, de diez episodios, las críticas han sido variadas. Sobre la ambientación de época, la banda sonora (del chileno-canadiense Cristobal Tapia de Veer) y el arte de la serie, el consenso no es más que aplausos.
En cuanto al guion, hay quienes alaban su humor negro y agudeza, y están los que les parece una trama ofensiva, tonta o de mal gusto. O todas a la vez.
La crítica en el Chicago Sun-Times, por ejemplo, alaba a Hunters. “Un guion rico e interesante y unas actuaciones majestuosas de un reparto excelente”, afirma. Así también lo hacen en Diario Mileno, de México, donde la alzan como “un auténtica obra maestra“.
Sin embargo en otros medios especializados como Rolling Stone se queda en “simplemente parece que es una serie que ha hecho alguien que ha visto demasiadas películas de Tarantino“.
Lo cierto es que hay algo que no cuadra y queda al descubierto de inmediato: que no eres realmente un héroe si en el camino te conviertes en villano. No hay aquí motivaciones heroicas, se trata de sobrevivir y de buscar venganza.
La trama de la serie peca de incoherente en su premisa inicial. Y aunque trata de jugar con esta contradicción, haciéndola visible en vez de esconderla, se convierte en un bache imposible de llenar.
Colmada de estereotipos y caricaturas, Hunters se queda en la violencia, en la tortura y en la sangre, en lo que pudo perfectamente haber sido una versión alternativa de Bastardos sin gloria de Tarantino.