The Tick volvió en otra encarnación televisiva a burlarse y evidenciar lo que está pasando con el fenómeno de los superhéroes.
The Tick llegó el 2016, en medio de la conmoción en la que el mundo del entretenimiento aún está sumida: los superhéroes. El género, basado en la literatura gráfica norteamericana, lleva décadas existiendo pero fue después del 2000 que agarró la popularidad a la que estamos acostumbrados y transformó la industria.
Este fenómeno rápidamente se coló a la televisión con series como Agents of S.H.I.E.L.D., Daredeveil y The Umbrella Academy. Y, como había que innovar dentro de la fórmula, regresó como alternativa The Tick.
Primero, en 1986, fue un personaje impreso que parodiaba cómics populares. Luego, en el ’88, tuvo su propio cómic. En 1994 debutó su adaptación animada en TV.
En el 2001, la primera en liveaction. Y, recientemente, en el 2016, vuelve con elenco nuevo y distinto canal, pero con la misma misión: comentar, con auto conocimiento, esta obsesión que pareciese tener el mundo con los superhéroes.
De qué va The Tick
A Arthur Everest le tirita un ojo al hablar, escucha voces y la gente cree que está loco. Por eso es poco conveniente que sea la única persona en creer que un antiguo supervillano, The Terror, sigue vivo y aterrorizando La Ciudad. Cuando aparece un ridículo hombre disfrazado de garrapata, Arthur es invitado a ser su sidekick (compañero), obteniendo la confianza necesaria para enfrentarse al crimen.
Desde sus orígenes, la marca se quiso diferenciar de otras producciones similares y lo hizo de dos maneras.
Primero, enfocándose más en los personajes que en elaboradas secuencias de acción. El creador del cómic y guionista Ben Edlund insistió en que lo más importante era la dinámica que se generaría entre los personajes y para la versión del 2001 rechazó secuencias que no enfatizaran esto. Para su última encarnación, en Amazon Prime, hay un balance entre la acción que le exigimos al género y las interacciones entre los personajes.
Autorreferencia
El segundo aspecto diferenciador de The Tick es algo que siempre llevó en su esencia: una auto consciencia sobre lo inverosímil del género de superhéroes, que le daba la capacidad de reparar sobre el absurdo de estos vigilantes disfrazados batallando contra el mal.
Exagerados discursos serios, ridículos trajes para combatir el crimen y estereotípicos villanos abundan en la serie, lo cual sirve como reflexión respecto al boom que nos ha invadido el último tiempo.
Y quizás era la forma de hacerlo. Hoy en día hay tanto contenido de este tipo que se siente refrescante el que alguien lo evidencie. La serie es ligera, no se toma en serio y eso se agradece.
La técnica Deadpool
El problema es que lo meta ya no es una técnica tan vigente o novedosa. Después del éxito de películas como Deadpool y de que la autorreferencia se instalara como un formato más reconocible por audiencias, la gente espera más. Ya no es el elemento diferenciador que fue en los 80s, cuando apareció esta garrapata y nos guiñó un ojo, diciéndonos que entendía lo que estábamos pensando.
Para funcionar hoy en día, The Tick habría tenido que exagerar más esta propuesta, o buscar una forma de evolucionar el recurso para satisfacer públicos más exigentes. Es probablemente por eso que esta última versión no duró más de dos temporadas antes de ser cancelada.
Aún así, The Tick es entretenida, fácil de ver y reconfortante tanto para los fans de series de superhéroes como para desentendidos. Solo que, en este escenario en el que hay tanta oferta televisiva, eso quizás no es suficiente.
¿Dónde ver The Tick?
Las dos temporadas de la serie están disponibles en Amazon Prime.