En días oscuros, nada mejor que ver en Netlflix Unbreakable Kimmy Schmidt, una chica que deja atrás lo malo repartiendo sonrisas y optimismo.
No son muchas las comedias tradicionales que han tenido éxito, de crítica y audiencias, en Netflix. En ese páramo, la protagonista de Unbreakable Kimmy Schmidt asoma luminosa, con esa sonrisa que capturó a millones de fans durante cuatro temporadas y una película interactiva, y que alzó a la serie como referente para los que aman reír al momento de ver algo en streaming.
Robert Carlock y Tina Fey fueron los responsables del gran éxito que durante siete años tuvo 30 Rocken NBC y ambos fueron contactados por la cadena para crear una serie en que la actriz Ellie Kemper, quien había participado con bastante repercusión en las últimas temporadas de The Office, brillara.
Los elementos que estos guionistas tenían para trabajar eran, sin duda, la chispa y positivismo que proyecta Kemper en pantalla. El contraste entre una persona optimista incurable y el hecho de que haya sido víctima de secuestro durante 15 años era una buena base para crear una comedia.
Para NBC, sin embargo, la idea era demasiado estrambótica, pero al menos les dio la libertad a los autores para llevarla a otro lado. Así, Fey y Carlock llegaron a Netflix, que decidió comprarla y darle una oportunidad.
Crítica y audiencia recibieron bien a esta chiquilla encantadora y naif, protagonista de una serie que llama la atención desde los créditos iniciales, con una rara y pegajosa canción que le pone música a la declaración de un testigo de la liberación de Kimmy, como hemos visto por acá con lo de las “mojojojo y las calilas” o con la señora que dice “vistima”, entre muchos otros ejemplos de la vida real.
Kimmy, una sobreviviente
Kimmy Schmidt es una joven de 29 años que ha pasado los últimos 15 años encerrada en un bunker con otros miembros de una secta apocalíptica en un pueblo de Indiana. Al ser rescatada por la policía, decide rehacer su vida en Nueva York, donde queda deslumbrada por las cosas que se ha perdido. Sola, su ingenuidad y optimismo son los ángeles que la protegen de un medio obviamente hostil. Pronto suma, además, una galería de amigos, tan exóticos como ella, que la apañan la mayoría de las veces.
Esta heroína en Nueva York es una especie de adolescente treintañera que quiere descubrir y vivir, recuperar el tiempo perdido. Armada con su pelo rojizo y una sonrisa inclaudicable, no piensa victimizarse frente a un pasado atroz, sino seguir adelante y triunfar, no sólo sobrevivir.
Como ya dijimos, en ese trance surgen encantadores aliados: su estrafalaria casera Lillian (Carol Kane), que lucha en contra de la gentrificación de su humilde barrio; su compañero de apartamento Titus Andromedon (Tituss Burgess), eterno aspirante a actor y cantante, que sobrevive haciendo todo tipo de trabajos, y la dueña de la casa donde Kimmy encuentra trabajo como niñera para su hijo de 10 años, Jacqueline Vorhees (Jane Krakowski), una neoyorquina de clase alta superficial, pero querendona.
Momentos de antología
El humor de la serie es entre absurdo y surrealista, siempre centrado en el contraste entre la ingenuidad de la protagonista y la perversidad del círculo que la rodea y de una ciudad poco amable.
A lo largo de sus cuatro temporadas, tiene momentos memorables, como esa delirante interpretación de Peeno Noir (así, tal cual) de Titus Andromedon que se convirtió en viral. O algunas de las conversaciones entre Kimmy y su jefa Jacqueline, salpicadas de doble sentido y delirio.
Bueno, también hay episodios descartables y eso hace que uno vea con mayor o menor grado de concentración la serie. Se echa de menos, en ese sentido, haber acortado algunas tramas e, incluso, eliminar capítulos, sobre todo de la segunda temporada.
Lo que sí hay que recalcar es que esta producción no sería nada sin el carisma de Ellie Kemper. Es ella la que le da alma a esta particular heroína. Le va como anillo al dedo este rol a su sonrisa amplia y a sus expresiones faciales naturales y cómicas.
Qué decir de Tituss Burgess en la piel de Titus Andromedon. Carismático, divertido y eximio cantante, subió sus bonos de manera exponencial y merecidamente gracias a este personaje.
Lo mismo que Jane Krakowski, a quien ya conocíamos desde Ally McBeal y 30 Rock, y que destaca como amiga, a veces, y antagonista de Kimmy.
Todos ellos, más los guiones y diálogos ágiles e insólitos, contribuyen a que Unbreakable Kimmy Schmidt sea una de las mejores comedias de Netflix y a que sus seguidores sean viudos de la adorable colorina.